Oposición y edad
Con este artículo pretendemos hacer una reflexión sobre opositar a diferentes edades, qué problemas puede presentar hacerlo según la etapa vital en la que nos encontremos y resolver las principales dudas que suelen surgir respecto a esto.
En primer lugar, hablaremos de la edad ideal para opositar. Es evidente que se puede opositar si estamos dentro del rango que marca la oposición en cuestión: desde los 18 hasta la edad de jubilación en el caso de la Policía Nacional, hasta los 40 en la Guardia Civil, 29 en el caso de Tropa y Marinería…
No obstante, encontrarse dentro del rango establecido en las bases de la convocatoria, no garantiza el acceso. Es uno de los requisitos que se ha de cumplir, pero al igual que solo con presentarse al examen no es suficiente, si no se logra obtener la puntuación suficiente, debemos tener una edad que nos permita ser realmente aptos para el puesto.
Desde nuestro punto de vista, la edad ideal sería aquella en la que hemos alcanzado la madurez suficiente como para soportar todo el estrés del camino de la oposición, pero en la que todavía se nos puede sacar partido, pues nos queda suficiente vida útil en activo.
No se puede de una edad concreta, por tanto, pero sí de una etapa de la vida que el perfil presentado como candidato pueda resultar atractivo para el tribunal evaluador, pero esto tiene varias aristas.
Candidatos jóvenes
Podemos presentar un perfil de juventud, de modo que nuestra falta de experiencia en la vida, la compensemos con la maleabilidad de nuestro perfil.
Si es tu caso, recuerda que ante el Tribual, tu tarea es la de venderte como un candidato dócil pero con confianza y muchas ganas de aprender.
Esto lo conseguiremos especialmente si somos capaces de reconocer que no lo sabemos todo, pero que tenemos muchas ganas de que nos enseñen.
Candidatos de edad media
Estaríamos hablando de personas con edades comprendidas entre los 25 y 35 años aproximadamente. Edad en la que lo habitual es haber tenido experiencias laborales y/o académicas.
Se podría decir que es la edad más próxima a lo que comentamos al inicio: madurez por haber experimentado vivencias, pero con un buen número de años por delante para ejercer nuestra profesión.
En la entrevista, el objetivo será el de demostrar que podemos encajar en esa idea. El Tribunal tiene que tener claro que podrá contar con lo ya vivido o la formación alcanzada, pero que todavía tenemos ganas por amoldarnos al cuerpo.
Candidatos de edad avanzada
Sería el caso de los opositores cuya edad está más próxima al límite superior marcado en las bases de la convocatoria. En esta franja, no son muchos los que se animan a cumplir con esa cuenta pendiente o que descubre su vocación tardía.
Si te encuentras en esta etapa y decides opositar, no te animaremos a perseguir tus sueños, pase lo que pase. Te animaremos a analizar si realmente puedes ser un candidato interesante para el tribunal.
El Tribunal se mostrará interesado en tu perfil si ya vienes con la lección aprendida. La idea es que el tiempo de servicio que podrás aportar a la institución será más reducido, por lo que tienes que ser útil desde el principio.
Para vender esa virtud deberás asegurarte de vender experiencias laborales o formativas que te capaciten para ser un miembro completamente funcional del cuerpo.
La personalidad también es un factor muy importante, pues esta está ya formada y hay poco margen de adaptación. Tienes que contar con los valores necesarios para la institución como responsabilidad, compromiso, templanza…
Finalmente, es importante mostrar que tienes ilusión y ganas, despejando dudas de si este camino lo tomas por buscar un trabajo estable, que puede ser un motivo, pero no el motivo principal.
Después de este recorrido por las diversas etapas, nos queda recordarte que la casuística personal es infinita y que aquí solo podemos hablar de generalidades, si necesitas que te ayudemos con alguna duda o a defender una situación personal concreta, recuerda que estamos a tu entera disposición… ¡TODO POR LA PLAZA!