Planifica tu tiempo de estudio
En esta ocasión te traemos un artículo con todo lo que debes saber para gestionar tu tiempo de estudio de la manera más óptima. Comencemos 😉
Antes de comenzar con cualquier planificación, lo primero es saber con qué cartas debemos de jugar, y para ello, debemos responder a una serie de preguntas como las siguientes:
¿Cuánto tiempo tengo para estudiar?
La respuesta a esta pregunta, determinará el tiempo que nos llevará alcanzar nuestra meta con garantías, especialmente si tenemos otras tareas (trabajo, estudios paralelos, familia, etc.) que limiten el tiempo diario para estudiar.
No te agobies, pues la clave no es tener todo el tiempo del mundo, es saber cómo optimizar el tiempo que realmente tenemos. Es más, frecuentemente nos encontramos casos de opositores que, aun teniendo una disponibilidad completa, no saben sacarle partido, pues el pensamiento de «ahora en seguida me pongo» es un gran enemigo para quien tiene demasiado tiempo libre.
Por ello, asegúrate de medir bien tu tiempo, teniendo claro en qué lo estás invirtiendo, para no desperdiciarlo, ya sea por exceso o por defecto. Un consejo es usar un planificador de horarios, dejando claro qué debes de hacer en cada momento.
¿Cuánto falta para el examen?
Este punto es muy importante, junto con el siguiente, para determinar el enfoque a seguir: «preparación al detalle» o «estudio de lo básico».
Tenemos que entender estos dos puntos como los extremos de un continuo donde ajustar nuestra programación.
Si tenemos tiempo iremos a una preparación detallada, que conforme se acerque la fecha del examen, se centrará en lo más básico y preguntable, con un objetivo claro: responder al máximo número de preguntas posibles.
Como consejo, te recomendamos el estudio por vueltas, así podemos dar más o menos vueltas al temario, según el tiempo que falte para el día D.
El objetivo de las primeras vueltas será el de abarcar la mayor cantidad de temario posible, para tener opciones de responder a preguntas de más temas.
Por contra, en las últimas vueltas el interés será estudiar los temas con mayor ratio de preguntas en los últimos años y preguntas que hemos fallado en los simulacros realizados, especialmente si forman parte de los temas más preguntados.
¿Cuánto temario tengo que preparar?
Como te hemos indicado anteriormente, en este aspecto determinará el enfoque de estudio, pues si podemos permitirnos estudiarlo todo, al tener tiempo suficiente, esta será nuestra elección, mientras que si el tiempo es limitado, nos decantaremos por el estudio de lo más esencial.
También puede ocurrir que no sea un temario nuevo, por lo que si lo que tenemos que estudiar es ya un viejo conocido nuestro, nos centraremos en «sacar preguntas», pues la fase de entender el temario ya la hemos pasado.
Como estrategia, si este es tu caso, el trabajo práctico con test y simulacros será la mejor manera de rentabilizar tu tiempo de estudio. Así, te recomendamos hacer test de simulacros (con todos los temas a ser posible) y analizar en qué fallas más, para invertir mejor tu tiempo, enfocando el estudio en aquello que más te cuesta.
Por otro lado, si el temario es muy extenso y nos resulta muy lejano, es decir, que nos tenemos formación previa y nos cuesta solo entenderlo, también podemos optar por ir a solo preguntas, pero ya te advertimos que el proceso será mucho más «doloroso», pues la tasa de fallo será más alta, que si hemos tenido tiempo para un estudio general comprensivo previo.
¿Qué partes del temario me costarán más?
Ya hemos ido adelantando este punto. Identificar mis debilidades en lo que refiere al temario, me ayudará a diseñar una estrategia de estudio más optimizada.
Cuando hemos identificado que temas nos van a costar más (no los entendemos, tienen muchos datos, son de un tema que nos aburre, etc.) debemos plantearnos su importancia.
Si son temas que apenas son preguntados, no invertiremos mucho tiempo en ellos. Si tenemos tiempo, les daremos una lectura para que nos puedan sonar las preguntas y si no tenemos tiempo, descartaremos su estudio directamente.
Si son temas que son muy preguntados, no queda otra que estudiarlos, pero siempre enfocaremos el estudio desde las propias preguntas. Como son tan preguntados, tenemos varias preguntas oficiales, por lo que podemos ir a lo seguro, estudiándolas directamente e iremos ampliando el estudio del tema con otras posibles preguntas similares a ellas.
¿Qué es lo más preguntable del temario?
– Llegados a este punto, parece más que evidente que el eje central de toda la organización del estudio pasa por un análisis inicial de preguntas de otros años. Debemos tener claro de qué temas se pregunta más y dentro de ellos, los apartados concretos.
Por otra parte, familiarizarse con el estilo de preguntas, nos ayudará a ser más eficientes a la hora de estudiar e ir identificando posibles preguntas. Por ello, nuestra recomendación es la de estudiar siempre con preguntas oficiales y simulacros de examen basado en ellas. Haz evaluaciones iniciales para saber en qué punto estás y realiza test periódicos para tener una visión realista de tu evolución.
¿Qué otras pruebas he de preparar?
Finalmente, no podemos olvidar el resto de pruebas y el tiempo que supone su preparación, pues todo es importante y todo tiene su momento.
Si das los restos en una prueba y olvidas la preparación de otra, el resultado será que has perdido tu tiempo, pues tendrás un no apto.
Es fundamental tener claro todo el proceso, cuándo son las pruebas y seguir una planificación realista y sensata, en la que aparezca tiempo para todo, incluso para el descanso, que también forma parte del equilibrio para organizar la prueba.
Por nuestra parte, queremos recordarte que estamos a tu disposición para ayudarte con todo nuestro mejor saber hacer, y para ello hemos puesto a tu disposición artículos como nuestra agenda o un tematracker de cada oposición, para que puedas aplicar todos los consejos que te hemos ido ofreciendo en estas líneas.
Quedamos a tu entera disposición, por si podemos ayudarte con cualquier duda… ¡TODO POR LA PLAZA!